Hace más de ocho meses tuve un sueño que recuerdo perfectamente, tal vez por el impacto que causó en mí. Me encontraba en un funeral, había gente que no conocía. Poco a poco me fui acercando al ataúd, me interesaba ver a la persona muerta, pero la gente me miraba de una manera extraña. Al llegar al ataúd sentí un dolor tan real, no podía creer que la mujer que estaba en la caja era mi madre. En ese momento descifré que era un sueño y tenía que despertar, pero no podía, las lágrimas descendían de mis ojos, trataba de gritar pero no podía. Cuando por fin logré despertar realmente estaba llorando y el dolor no desapareció hasta la mañana que abracé a mi madre.
Pienso que soñé con la muerte de mi madre porque en ese tiempo ella estaba muy enferma, posiblemente cáncer. Traté de apoyarla y ser fuerte, eso causó un vacio y una intranquilidad en mí e inconscientemente me hizo expulsar todo el dolor que sentía en el sueño, donde pude llorar.