jueves, 11 de marzo de 2010

EL SUEÑO MÁS REAL



Hace más de ocho meses tuve un sueño que recuerdo perfectamente, tal vez por el impacto que causó en mí.  Me encontraba en un funeral, había gente que no conocía. Poco a poco me fui acercando al ataúd, me interesaba ver a la persona muerta, pero la gente me miraba de una manera extraña. Al llegar al ataúd sentí un dolor tan real, no podía creer que la mujer que estaba en la caja era mi madre. En ese momento descifré que era un sueño y tenía que despertar, pero no podía, las lágrimas descendían de mis ojos, trataba de gritar pero no podía. Cuando por fin logré despertar realmente estaba llorando y el dolor no desapareció hasta la mañana que abracé a mi madre.


Pienso que soñé con la muerte de mi madre porque en ese tiempo ella estaba muy enferma, posiblemente cáncer. Traté de apoyarla y ser fuerte, eso causó un vacio y una intranquilidad en mí e inconscientemente  me hizo expulsar todo el dolor que sentía en el sueño, donde pude llorar.

ZEITGEIST (Espíritu del tiempo), PRODUCIDO POR PETER JOSEPH



Es increíble ver como en la sociedad se van creando imaginarios y verdades que realmente parecen ser reales. Este documental trata a mí parecer de temas importante como lo religioso, político y hasta qué punto estas instituciones egoístas, corruptas pueden llegar para conseguir sus propósitos.  
Como se muestra el 11 de septiembre y las afirmaciones son muy fuertes, el gobierno de los Estados Unidos gestionó el ataque terrorista con el único fin de tener “bandera blanca” e intervenir en países como Afganistán, Iraq, Irán, países ricos por su petróleo.
El problema está en que no importa el fin, ni a quién se deba destruir para conseguir tales propósitos que por lo general giran en torno a lo económico; el problema también radica porque las personas siguen y creen todo lo que les quieren hacer creer y si estas estructuras de poder no cambian, la realidad seguirá siendo dibujada a conveniencia de los que tiene el poder.

 

FEMME MAISON, POR LOISE BOURGEOIS, 1947




Esta imagen pintada por Loise Bourgeois, una artista francesa, nos muestra a una mujer que en su cuerpo tiene insertada una casa que no permite ver su rostro. La casa es una especie de caparazón que representa el espacio doméstico en la vida de la mujer, un espacio de reclusión, identificándola con dos papeles, el de ama de casa y madre, excluyéndola de todo lo demás 
Este caparazón la aprisiona, depende de ella y de la sociedad en la que se desarrolle poder liberarse y poder decidir incluso en que tiempo regresar o no a su caparazón.